Una carta ciudadana para alcanzar el derecho a la ciudad

Enrique Villalobos 04 de octubre de 2016

Madrid vive un momento decisivo respecto a la ordenación del ocio. La indolencia con la que el Ayuntamiento de Madrid ha abordado este asunto en etapas anteriores ha llevado a la ciudad a una situación crítica.

Los barrios del centro, pero también hoy los de la periferia, se ven sobrepasados a diario por actividades de dudosa legalidad, que inundan sus calles con toda clase de ruidos y obstáculos, que atentan contra el derecho de vecinas y vecinos a tener una vida tranquila, en la calle y en su domicilio, y contra el de pequeños comerciantes de la hostelería y del ocio nocturno a desarrollar su actividad en un marco normativo seguro y sin competencia desleal.

La respuesta municipal hasta ahora consistía en desentenderse a diario de las situaciones de conflicto e ignorar la previsión de problemas potenciales, actuando siembre desde posturas reactivas ante hechos consumados, con medidas urgentes y condicionadas por las prisas. Sin embargo, esta situación en la que vecinos y hosteleros no tenían el respaldo municipal para atajar los problemas derivados de los incumplimientos de aquellos que su único objetivo es el beneficio propio, parece que tiene los días contados.

Desde hace aproximadamente un año, vecinos y hosteleros retomamos el diálogo que tantas veces habíamos iniciado en los 15 años anteriores y que, ante la falta de implicación municipal, habíamos abandonado sin más acuerdos que aquellos que dependían exclusivamente de nuestra colaboración y buen entendimiento. La diferencia esta vez es que el Área de Coordinación Territorial y Asociaciones del Consistorio se ha hecho cargo del proceso y, desde la Mesa del Ocio, ha facilitado el encuentro y diálogo de hosteleros y vecinos con otras áreas municipales, realizado un intensa labor de comunicación y contacto a fin de comprometer al Ayuntamiento en la búsqueda de soluciones para aquellos conflictos que atentan principalmente contra los derechos de ambos colectivos.

La Carta Ciudadana por la Ordenación y Sostenibilidad del Ocio en la Ciudad de Madrid es el reflejo de un año de trabajo en la Mesa del Ocio y, a su vez, el primer paso firme de un proceso en la dirección clara de la concertación de soluciones dirigidas a combatir las actividades ilegales e irregulares de todo tipo que generan un mayor impacto ambiental, el deterioro de la convivencia, y el perjuicio económico para las pymes.

Con la firma de la Carta Ciudadana se abre pues una etapa centrada en el Derecho a la Ciudad, a una ciudad vivible, transitable, amable con el peatón invidente o con quien tiene una movilidad reducida. El derecho a una ciudad emprendedora y amiga de aquellos empresarios cumplidores con la legalidad y que tanto pueden aportar a la oferta sociocultural de los barrios. El derecho a una ciudad divertida y a la vez tranquila, una ciudad en la que niñas y niños puedan jugar en la calle, pero también estudiar y dormir las horas necesarias, sin que el ruido de una motocicleta o el de una terraza les prive de la necesaria paz y descanso.

A partir de ahora toca afinar las medidas, los plazos, las formas… lo más difícil, juntarnos en una misma mesa vecinos, hosteleros y Ayuntamiento para ponernos de acuerdo, ya está hecho.

madriddiario

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