Sobre la amabilización turística de esta ciudad

Josebe Maite Valencia Sainz de Baranda – Sábado, 7 de Octubre de 2017

Hace dos semanas saltó a la prensa la noticia de la próxima reutilización del edificio de Unzu y de los tres diferentes usos que se le piensa dar: locales comerciales, 10 viviendas (muy caras) y un albergue-hostel con una capacidad nada más y nada menos que de 277 plazas gestionadas por una multinacional. Todo bien, pero lo último no deja de chirriarme en la cabeza. A mí y a un montón de personas más.

Creía que este Ayuntamiento iba a ayudar al tejido comercial del Casco Viejo, potenciar el pequeño comercio, pero no creo que revitalizar el Casco Viejo se consiga permitiendo que multinacionales arrasen con los proyectos de trabajo que pequeños grupos de vecinos han conseguido sacar adelante con mucho esfuerzo. Está bien amabilizar el Casco Viejo, pero no veo nada amable en esta planificación turística (¿o no hay planificación?). Es la antítesis de lo sostenible. ¿Quién puede sostener esto? Y creo que no soy fóbica con los turistas, porque yo también soy turista cada vez que viajo, aunque viva en el Casco Viejo y contemple la posibilidad, a este paso, de que se nos llegue a hacer normal ver grupos de despedidas de solteros garrulos, grupos de guiris de paquetitos cerrados low cost, etcétera, todo de garrafón.

Los seis albergues que hay en este momento en Pamplona hacen lo imposible para llegar a la ocupación de las 180 plazas que abarcan entre todos, consiguiendo subsistir algunos a duras penas y quedándose algún otro en el camino (como el Ciudadela) porque esto no da para todos. Contando con el albergue de peregrinos municipal (¡y hostel turístico!) serían en total 302 plazas en Pamplona. Y llega una multinacional que pretende llenar en su hiper albergue casi la totalidad de las plazas disponibles en la ciudad. Y como el pez grande se come al chico, ya sabemos lo que va a pasar: que pequeños albergues del Casco Viejo van a tener que cerrar y las personas que trabajan en ellos irse al paro.

No es una suposición, es un proceso real que ellos ya están contemplando con la angustia que da ver ese próximo horizonte laboral y la total pasividad de la política municipal de esta ciudad. Es una máquina que lo succiona todo.

Creo que es necesario que este Ayuntamiento no apruebe este tipo de macro proyectos. Incluso en el caso de que se hubiese aprobado, paralizarlo es lícito, porque es proteger esta ciudad, este Casco Viejo, las personas que trabajan en él y las que lo habitan. Y es posible paralizarlos, para botón de muestra el Ayuntamiento de Barcelona.

A muchos vecinos nos tranquilizaría que alguien en este Ayuntamiento tuviese la valentía y la coherencia política de dar un primer paso en este sentido.

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