El Concello busca soluciones al ruido nocturno del Casco Vello

Redacción Ourense 18/07/2019

Con la llegada del verano, el problema de ruidos en el Casco Vello de la ciudad se recrudece. Si durante el resto del año, la fiesta nocturna se concentra en los fines de semana, en julio y agosto, la situación pasa a ser, sino diaria, casi. Los vecinos aseguran que no pueden abrir sus ventanas para refrescar sus viviendas, porque los ruidos también se cuelan dentro. «Hartos» de la música y de los clientes que salen al exterior y siguen la fiesta a pie de calle, ven cómo las noches pasan y la situación «sigue siendo la misma».

Desde el pasado martes por la noche, una pancarta, en el cuarto piso del número 8 de Pena Corneira, reclama el «derecho al descanso» de sus inquilinos. La iniciativa pretende agitar conciencias entre los que provocan el ruido: locales con las puertas abiertas y clientes que se olvidan de los que viven alrededor. Una propuesta a título individual, apoyada por la asociación O Cimborrio, en la que se integran inquilinos de Pena Corneira, Cabeza de Manzaneda y plaza del Corregidor. La pasada semana, el colectivo aseguraba que Ourense sigue siendo «la ciudad que nunca duerme», tanto para los que forman parte de la fiesta nocturna como para los que la sufren. El nuevo gobierno local planea una reunión con los técnicos municipales este lunes, tal y como señala la concejala de Urbanismo, Sonia Ogando.

«O problema destes días é que non podes abrir as ventás», señala un vecino del Casco Vello, quien recuerda que el número de terrazas se multiplica peligrosamente durante los meses estivales. «O Concello debería levar conta do número de mesas que se sacan, porque xúntase moita xente e fan moito ruido. Entendo que é rentable para os locais, pero nón para nós», señala.

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