‘Asco’ Antiguo de León

Roberto Cachán Cruz 21/11/2017

Un vecino del Casco Antiguo de León se queja, como portavoz de otras familias residentes, del exceso de ruido y suciedad durante el fin de semana y las fiestas en su zona. Además, piden a la Administración que sea «más activa a la hora de tomar medidas y más contundente»

Tenemos un Casco Antiguo para ser visto, ensuciado y maltratado, y no para ser vivido.

Nos gustaría que, alguna vez, se tuviera en cuenta a las familias que ‘sufrimos’ fines de semana con continuos comportamientos incívicos (ruidos en locales o por las calles, suciedad), durante fines de semana, fiestas y otras actividades reinventadas (como las «consentidas» despedidas de solter@).

Y es que son problemas ya, sobre todo en el «Asco» Antiguo, de una ciudad que presume de calidad de vida. Mentira.

¡Si la cogieran muchos Ayuntamientos de Europa! Pues bien, los bares se comen a las viviendas. León: la ciudad con más bares por habitante de toda España, según un prestigiosa revista internacional, fue noticia en los medios hace unas semanas.

Fue también noticia de orgullo en la promoción de León como capital gastronómica y para más inri, el día 15 de noviembre de 2017, portada de un periódico de trascendencia: ‘Propietarios de Casco Antiguo de León exigen la apertura de más bares’. Impresionante.

Parece que el problema lo tenemos los residentes: «Es que vivís en una zona de muchos bares», nos comentaba algún funcionario del Ayuntamiento de León. Parece que de nada sirve que sea una zona altamente saturada de ruidos.

Al parecer, toda la normativa de contaminación acústica, el control de los macrobotellones, horarios de cierre, graffitis, suciedad (fíjense en la vecina Oviedo), etc., desaparecen durante estos periodos de tiempo.

La concentración de ocio nocturno en León (muy lejos de cualquier ciudad europea) es un continuo alegato al ruido, al consumo de alcohol en locales predestinados (algunos sin licencia), ocupación de vía pública durante horas, desperdicios, vomitonas,….

Y son muchos vecinos los que deciden irse de su ciudad durante estos periodos de tiempo. Y todo esto a la vista de peregrinos, de familias, de un turismo de calidad (negocios o cultural) que por suerte está creciendo en nuestra ciudad y que se da cuenta. No lo duden. ¿Pero qué turismo queremos?

La propuesta nuestra, de cualquier persona con sentido, es que la Administración sea más activa a la hora de tomar medidas y más contundente, que realice una actuación inspectora continua y eficaz para detectar los puntos problemáticos con agilidad para que las molestias no se hagan crónicas y puedan adoptarse medidas que no impliquen únicamente la sanción.

Presumamos entonces de más bibliotecas, talleres de ocio, piscinas climatizadas, lugares como reordenaciones y aprovechamientos como Espacio Vías, pero no más bares.

Para terminar, un inciso sobre la Plaza del Grano. Era única no solo por el empedrado, sino porque no tenía bares, y esto es lo que hace que esté más sucia, de ruidos, que sea imposible hacer una foto sin terrazas ni sillas, que se pasee de noche o con nieve y no hubiera nadie. Ese silencio que ahora vale tanto, ya lo decían las personas mayores que lo que la hacía especial era cuando se escuchaba romper el agua en la fuente desde cualquier punto de la plaza. Por favor, un poco menos de cultura bar.

ileon

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