Vecinos del Centro denuncian las molestias y ruidos de un local de alterne por las noches

David G. Castillejo – 29 noviembre, 2017

Los residentes en la calle Salvador piden una inspección urbanística para certificar que el local, que distribuye flyers con publicidad para adultos, cumple toda la normativa

Vecinos del entorno de las calles Salvador y Pinto, en Parla, han denunciado las molestias y ruidos que está generando un local de alterne que se encuentra en los bajos del inmueble y que, además, estaría promocionando sus actividades ‘con final feliz’ mediante la edición y distribución de flyers en la vía pública, práctica a la que se está poniendo coto en Madrid capital.

Según los vecinos, el local carecería de sistema de insonorización, con lo que el nivel de ruidos y la música provocan molestias entre los residentes, sobre todo, durante las noches. Las molestias están incidiendo incluso en menores, que cuentan con informes médicos donde se alerta de la “falta de descanso”.

Además, según los residentes en la zona, el local recurre a publicidad a pie de calle para promocionar sus actividades y ‘promociones’. La publicidad “explícita” para adultos, al estar en la vía pública y colocarse sobre los parabrisas de los coches estacionados, puede ser visionada por menores y familias que pasean por la zona, según los denunciantes.

“Es un local de alterne, ya que publicitan 50 euros una botella de alcohol y final feliz”, relata una vecina, quien ha tildado de “vergonzoso” que, “a estas alturas”, se permita “que un local así siga en activo en plena arteria principal de Parla, llena de viandantes”.

Piden una inspección

Los vecinos de las inmediaciones quieren que el Ayuntamiento parleño gire una inspección de Urbanismo para verificar si las licencias de que dispone el negocio se ajustan a las características de los servicios que ofrece y del nivel sonoro de la música.

“No se entiende que el Ayuntamiento le siga manteniendo una licencia que no le corresponde”, alegan los vecinos, que vuelven a apelar a la presunta falta de insonorización.

Pero los problemas no se quedan sólo en el ámbito burocrático. Como el local está abierto hasta primera hora de la mañana, los portales más cercanos se topan con la típica suciedad generada por la actividad nocturna.

“Abren la puerta por la mañana los estudiantes y trabajadores y se encuentran con botellas y vasos en la acera, además de algún encontronazo con algún cliente pasado de copas”, esgrime una vecina.

A ello se suma la “luz multicolor” de los carteles y neones anunciando el local, que generan también molestias por contaminación lumínica.

Los vecinos han interpuesto ya tres quejas en el Servicio de Atención al Ciudadano de Parla, sin respuesta efectiva alguna. Una de las reclamaciones, mantienen, se interpuso ante el departamento de Urbanismo y Actividades. La solución que les dieron: que llamen a la Policía.

La desesperación y la impotencia, que están haciendo mella en los residentes, les llevan a asegurar que en el Consistorio parleño “no existe la atención al ciudadano”. “Atención no es decirte que te van a ayudar con muy buena educación y, luego, ignorar la queja”, se lamentan.

Precedentes con la publicidad

El problema de la publicidad de sexo explícito no es algo nuevo en Parla. El pasado mes de septiembre, el prostíbulo Kixx colocó publicidad y cartelería en varios enclaves del casco urbano anunciando ‘shows porno en vivo’ con imágenes de mujeres con atuendo y uniformes de colegio, y bajo el reclamo ‘Fiesta vuelta al cole’.

El Ayuntamiento interpuso una denuncia en Policía Nacional por “lenguaje sexista” y “trato vejatorio contra la mujer”, al tiempo que trasladó el asunto a la Fiscalía de Menores ya que la publicidad se podía visionar en la vía pública por menores de edad. Finalmente, los carteles fueron retirados.

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