El barrio-negocio

PACO RODA – 25 de Junio de 2018

No solo huele a toro, huele a voto. Se confirmó el jueves en el pleno municipal. El exalcalde Maya acusó a Asiron de haber “puesto Pamplona a disposición de Bildu, de Sortu, no hay más que pasear por Pamplona y ver qué esta pasando en las calles, con choznas, barras de bar y gaztetxes”. A ver Enrique, en confianza, acaso olvidas que bajo tu manto y protección normativa, se abrió la veda hostelera más salvaje que haya conocido este casco viejo. Acaso no es verdad que UPN rebajó las exigencias normativas, miró para otro lado y permitió que este barrio sea hoy un bar a cielo abierto. Acaso UPN hizo algo para evitar que este barrio se haya convertido en el espacio-negocio más rentable de la ciudad. Y no, no seré condescendiente con el equipo de gobierno actual, ni lo exculparé de esta carnicería. Porque pudiendo, no ha frenado esa deriva. Porque yendo de “buen rollo” ciudadanista, no basta. Y es que tanta participación y amabilización solo ha conseguido neutralizar y desconflictivizar a un barrio seducido por la espectacularización diaria al servicio de los intereses hosteleros, un lobby cuyas rentas nunca revierten. Les pondré un ejemplo. Desde que la amabilización reordenó nuestras rutas diarias, los aparcamientos privados del centro y ensanches, han aumentado su negocio. Puede que detrás de la amabilización haya buena voluntad. Seguro. Pero con eso no basta. Porque hay que medir los impactos. Porque si siempre ganan los mismos y la vecindad pierde derechos o se banalizan, se confirma que este barrio va camino de ser más un proyecto de mercado que de convivencia. Y así reproducimos modelos especulativos. Y más. Hoy el Casco Viejo no es, ya lo siento Itziar Gómez, una zona ordenada y calmada. Hoy el centro histórico, secuestrado sin pudor, es un hipermercado al servicio de empresas privadas que gestionan maratones, carreras, ferias, conciertos, días del rosado, semanas temáticas, festivales, muestras, exhibiciones, y todo lo que huela a pasta gansa. Y no me hablen más de dinamización. Eso solo responde a un orden y una calma, la del capitalismo reformado y amable.

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