Conciertos en la Navarrería

José Antonio Lezaun Integrante de Convivir en lo Viejo/Alde Zaharrean Bizi – Domingo, 15 de Mayo de 2016

Desde hace varias fechas se rumoreaba que el sábado día 7 se iba a celebrar una fiesta de SOS Racismo en nuestro barrio que, visto el fin, se veía asimilable. Sin embargo, es el viernes ¡a media tarde! cuando cuelgan en los portales de la plaza su programa y razones. “Sabemos que la plaza está un poco sobresaturada de este tipo de eventos, pero este año (es la segunda edición) hemos querido sacar el festival a la calle y hacerlo en esta plaza, porque lo valoramos como un espacio que, entre todos y todas, hemos liberado para la interculturalidad y el antirracismo”.

Lo han sacado a la plaza porque su ayuntamiento se lo ha autorizado y tolerado, ya que en esta plaza éramos y somos antirracistas sin necesidad de que nadie venga a salvarnos ni a liberar la plaza.

Ocupar, que no liberar, la plaza de 12 a 22, y que de esas 10 horas, las 5 últimas sean conciertos programados, amén de colocar el tablado a cuatro metros de las fachadas ¡donde vive gente!, ¿les parece normal?

Señores, tecleen: “SOS Racismo Nafarroa / NOracismFEST” y con la variedad de fotos del día 7 que se exhibe, comprueben lo que se autorizó en la plaza. ¿No se podía haber dividido su festival y llevar los conciertos (¡cinco horas, a cuatro metros!) a un lugar más adecuado? ¡Que te obliguen a oír su música dentro de tu casa, y más durante 5 horas, les aseguro que molesta y mucho!

Continúo con el Ayuntamiento. Me gustaría ver en qué se basa para autorizar estos conciertos, garantizando a la vez los derechos de los residentes. No sirve de nada indicar como condición para autorizar un evento en suelo público una limitación de decibelios, si cualquier concierto en la plaza de Navarrería sobrepasa los que marca la normativa de aplicación. Es como autorizar hacer calderetes con la condición de que no se haga fuego y que el concierto (¡perdón, el caldero!) se haga y la Policía no se acerque, aunque el humo se vea de lejos. ¡Nos quejamos del ruido que tenemos que soportar de normal y ellos autorizan un festival de 10 horas con una traca final de 5 horas de conciertos, 6 si se tienen en cuenta las pruebas de sonido! Y si solo fuera una vez…

Si se sabe que se van a incumplir las normas, sería conveniente que se conozca, de forma fehaciente, qué tipo de eventos son incompatibles con las dimensiones de la plaza y que ese conocimiento se convierta en el elemento de consulta que impida de antemano que se autoricen esos actos. Se evitaría que unos delincan si lo autorizado vulnera los derechos de los vecinos y que otros incurran en delito acústico, delito de peligro al atentar contra la salud.

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